Muchas de las estrategias de hacer negocios que se acostumbra a usar ya no funcionan. Es allí donde se necesita nuevos recursos y herramientas para enfrentar el mundo distinto. Son los líderes los que se tienen que preparar para que las cosas sucedan como desean
Los obstáculos, las dificultades, no están en el mundo, sino en la manera de observar la situación. Y eso es importante asumirlo porque, en general, se sienten víctimas de lo que ocurre en la empresa, en el país y en el mundo y tienen que saber que su manera de observar la situación
puede abrir o cerrar posibilidades.
Uno de los principios del Código de Ética del Guerrero Samurai se refiere a la “verdadera lucha”: “La
verdadera lucha es el dominio de sí mismo. Si un hombre no ha sabido dominar si espíritu y su
cuerpo no podrá vencer al enemigo”.
No hay nada más parecido a un guerrero samurai que un líder ya que el líder se enfrenta a dificultades, logro de objetivos, toma de decisiones en una lucha cotidiana consigo mismo y con el entorno.
Esta lucha cotidiana implica asumir desafíos continuos al dominio de sí mismo. Las emociones tiñen las acciones y muchas veces son ellas o los estados de ánimo los que le impiden el dominio de ellos mismos.
El poder centrarse unos instantes, hacer algunas respiraciones profundas y reflexionar acerca de lo que nos está pasando, observar el pensamiento que se está teniendo, permite hacer concientes
determinadas emociones que están emergiendo.
Ese pensamiento está generando esa emoción y la emoción está generando ese pensamiento. O sea
que emoción y pensamiento –lenguaje- están íntimamente relacionados como así también la corporalidad –nuestras posturas corporales, la respiración- determinan lo que se piensa y las emociones que se tiene.
Uno de los puntos importantes es observar cómo se está parado en el mundo, qué pensamientos y emociones se tienen. La buena noticia es que tanto los pensamientos como las emociones se pueden cambiar. Si el líder, por ejemplo, en vez de decir “es imposible, no se puede, es difícil” dice “es una
oportunidad, un desafío, puede ser posible”, probablemente aparecerán frente a él posibilidades que
hasta ese momento no veía.
Otro punto importante es observar cómo las conversaciones abren o cierran posibilidades. “Conversaciones” tanto con uno mismo como con el mundo.
El lenguaje es acción. Y también es generativo, crea realidades y hace que las cosas sucedan. Hay un antes y un después de la palabra. Los gerentes, directivos, líderes, son agentes conversacionales y las empresas son sistemas conversacionales. Las conversaciones abren nuevas posibilidades y concretan nuevas oportunidades.
Como líder, el observar cómo se conversa y modificar sus conversaciones determina lo que es posible y la efectividad en el desempeño. Desarrollar este tipo de enfoque múltiple permitirá al líder generar una nueva manera de relacionarse con su gente, más sana, motivadora y orientada a motivar la colaboración generativa de su equipos.
Poder tomar decisiones después de haber escuchado los puntos de vista de la gente de su equipo amplía el modelo mental y aporta una gestión más creativa e innovadora.
El sumar distintos tipos de observador, finalmente, permitirá encontrar nuevas respuestas a situaciones repetidas.
Por Lidia Muradep,
Directora de la Escuela Argentina de PNL y Coaching
Fuente: Especial para infobaeprofesional.com
Management Jueves 29 de Mayo de 2008