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NOTA DE PRENSA

Entrevista a Lidia Muradep

Revista Coaching Magazine N°14, Septiembre 2010

“El trabajo del coach es despertar el alma del cliente.
Para eso es necesario trabajar primero con nosotros mismos”

Entrevista a Lidia Muradep

Por Lic. Claudia Castellanos
Lic. en Psicopedagogía, Master en Admin. de Empresas y RR.HH. Coach certificada por The Richardson Co. (USA) y EPNL & Coaching (Argentina). Autora del CD "Coaching para el Camino" y directora de Latincoaching.

Lidia, como siempre me llena de satisfacción conversar contigo, y hoy estoy agradecida por esta nueva oportunidad. Por favor comentanos ¿cómo fue tu acercamiento al coaching?

En 1997, hice mi primera aproximación, completando los Programas "Leading Learning Communities” y “Coaching”, dictados por Fred Kofman y avalados por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires.
Luego, me llegó la información de que el Dr. Rafael Echeverría y Alicia Pizarro daban un taller de “Competencias Conversacionales, claves para la construcción de organizaciones de alto desempeño” en Caracas, Venezuela. Decidí tomarlo y quedé totalmente impactada por la vivencia y la calidad del entrenamiento. Allí conversé con ellos, invitándolos a la Argentina para que organizáramos un programa de coaching en nuestro país. En ese momento, ellos no tenían la posibilidad de viajar a Buenos Aires, cosa que ocurrió años más tarde.
Mientras tanto, en 1998 seguí mi formación en Buenos Aires, con Jim Selman y Elena Espinal, recibiendo la certificación de Técnica en Liderazgo y Diseño Ontológico en el Instituto de Capacitación Profesional, en 1999.
A la vez, hice el Programa de Coach Ontológico Empresarial, con Rafael y Alicia en Estados Unidos, México y España, recibiendo la certificación "The Art of Bussines Coaching", avalada por el Instituto Tecnológico de Monterrey. En el 2000, me asocié con el Dr. Echeverría, abriendo Newfield Consulting en Argentina, dirigiéndola hasta el 2002. Paralelamente, trabajé como Coach Supervisora de sus programas en EE.UU. En el 2003, volví a Weston - EEUU, para hacer el “Seminario avanzado de Coaching”, certificado por Newfield Consulting.
A partir de esta certificación, decidí abrir mis propios programas de formación “Coaching para la Transformación Personal”, en Buenos Aires, cuyas horas de entrenamiento hoy están reconocidas por la International Coach Federation - ICF.

¿Cómo percibes el alcance del coaching actualmente en Argentina?

Estamos viviendo una transición cultural en el planeta, estamos viajando hacia una nueva humanidad y se está jugando un nuevo partido. Nuestro mundo actual se encuentra bombardeado por el cambio y todavía no logramos aceptarlo y mucho menos darnos cuenta de lo que significa. Hay un nuevo nivel de conciencia en las personas, que las impulsa a crecer y desarrollarse personal y profesionalmente.
El coaching es una manera de reinventarse a cada momento, de generar futuro, tanto a nivel personal como organizacional; es una oportunidad de trascender,de ir más allá. Es por esto que en el mercado argentino hay un gran interés, que va en aumento, por los resultados que es posible alcanzar a través del coaching y es cada vez mayor el número de personas y organizaciones que lo demandan.
En las organizaciones, es una clara muestra del compromiso de la empresa con el desarrollo de su gente. Ofrece una inversión a largo plazo con un mejor resultado en el desempeño y contribuye a la creación de una cultura colectiva basada en el apoyo. Permite conservar a los empleados clave, evita la pérdida de información y el costo de volver a capacitar a otro.

¿Cuánto de especial observas al modelo “ontológico” de coaching en relación a otros modelos?

El concepto básico de esta disciplina es considerar a la personas como seres principalmente lingüísticos, lo que abre una nueva interpretación de qué es ser humano.
Con el lenguaje, describimos y transmitimos lo que observamos. En palabras de Rafael Echeverría, “los seres humanos también actuamos a través del lenguaje y al hacerlo transformamos nuestras identidades y el mundo en que vivimos, transformamos lo que es posible y construimos futuros diferentes. Para Heidegger, “Ontología” es la respuesta que damos a la pregunta sobre aquel ser que se pregunta sobre el ser.
La pregunta por nuestro ser da inicio a la búsqueda del sentido de la vida, de lo que vemos, oímos y sentimos y lo hacemos contando historias. Las conversaciones son la clave para comprende cómo somos los seres humanos. Somos nuestras conversaciones. La manera como conversamos con nosotros mismos y con los demás determina nuestro particular modo de ser y qué tipo de vida vamos a generar.

Sabemos que cuentas con una trayectoria muy notoria en PNL y desde ahí nos interesa saber de qué manera logras integrar ambas disciplinas.

Integrar ambas disciplinas me permitió organizar de una manera diferente y poderosa los procesos de aprendizaje y transformación que ofrecemos en la escuela.
La PNL –Programación Neurolingüística– y la Ontología del Lenguaje son dos potentes modelos que, combinados, se refuerzan mutuamente y se constituyen en la base de una profunda transformación, tanto personal como organizacional.
Ya que la PNL se dedica al estudio de la experiencia subjetiva y de los procesos de aprendizaje, nos provee habilidades y herramientas para el desarrollo de estados óptimos en comunicación y cambio.
En los programas de formación en coaching que dictamos en mi institución, nos dimos cuenta de que los alumnos que estaban formados en PNL, cuando llegaban a la práctica del Coaching, contaban con habilidades y competencias comunicacionales muy efectivas para desarrollar el rapport en la relación entre el cliente y el coach para sentar las bases y establecer el acuerdo de Coaching y crear conjuntamente una relación de confianza y credibilidad. Ello me motivó a integrar algunas herramientas de PNL adaptándolas a la práctica del Coaching, complementando la formación. Por ejemplo, el lenguaje verbal y no verbal, la posibilidad de reconocer cómo se construyen los mapas mentales de las personas y cómo hacer preguntas poderosas, indagando para comunicar con eficacia a partir del Metamodelo del Lenguaje y así poder intervenir directamente en las interpretaciones, historias y pensamientos, logrando resultados extraordinarios.

¿Qué percibes que ocurre en términos de resultados para el cliente de coaching, al incluir recursos de la PNL en el proceso?

Su facilidad de aplicación “a medida” para diferentes situaciones personales, grupales y organizacionales sumada a su gran efectividad la convirtieron en uno de los modelos de interacción humana más efectivos desarrollados en los últimos tiempos. Richard Bandler, co-creador de la PNL, dice “Básicamente, desarrollamos maneras de enseñarle a la gente a usar su propia cabeza”. John Grinder, el otro co-creador, nos dice que es la práctica de comprender cómo las personas organizan sus pensamientos, sentimientos, lenguaje y comportamiento para producir resultados. Provee a las personas una metodología para modelar el funcionamiento excepcional conseguido por los genios y líderes en su campo. Robert Dilts dice que “la PNL se ocupa de la influencia que el lenguaje tiene sobre nuestra programación mental y demás funciones de nuestro sistema nervioso. Trata asimismo del modo en que nuestra programación mental y nuestro sistema nervioso se reflejan tanto en nuestro lenguaje como en los patrones lingüísticos que empleamos”. En lo personal, comprendí que los seres humanos creamos nuestra realidad, armando representaciones acerca de nosotros mismos y del mundo y que cambiando esas representaciones es posible cambiar nuestra manera de ser y hacer y, por lo tanto, nuestra realidad.

¿Y cómo es que el coaching puede “agregar valor” en el ejercicio de la PNL?

Una de las habilidades más valiosas que tiene el coach es la capacidad de acompañar al cliente en el proceso de salir de sus posiciones habituales, generar espacios nuevos y sorprendentes que lo conduzcan a percibirse a sí mismo y a su entorno de un modo diferente del que lo estaba haciendo hasta ese momento, de manera que abre un mundo nuevo de posibilidades.
Es importante señalar el carácter lingüístico de la persona: tanto ella como su mundo son construcciones lingüísticas. Uno de los fundamentos de la Ontología del Lenguaje es que el lenguaje genera ser. De la misma manera, las empresas generan su identidad a partir del lenguaje.
Los humanos nos diferenciamos del resto de los seres vivos en que podemos reflexionar en el lenguaje acerca de lo que decimos y hacemos.
También, otra manera de comprender el lenguaje, que agrega valor a la PNL es observar el habla como acción. Cuando conversamos, hablamos y escuchamos.
Al hablar, ejecutamos actos lingüísticos: hacemos afirmaciones y declaraciones, emitimos juicios, hacemos pedidos y ofertas. Al pedir, establecemos promesas y compromisos. Mediante las declaraciones, el lenguaje es generativo y hace que las cosas sucedan, hay un antes y un después de la palabra. Cuando escuchamos, hay una brecha entre lo que percibimos y lo que interpretamos. La escucha efectiva permite hacer un aporte importante.
Desde mi punto de vista, en general, la Ontología del Lenguaje pone el foco en “qué” decimos y la PNL en “cómo” lo decimos.

¿Cuáles son a tu criterio las competencias críticas de un coach?

La capacidad de hacer rapport con el cliente, establecer confianza y credibilidad, basarse en el amor y respeto por el otro, ser honesto, manejarse con ética, estar presente en la interacción y al servicio del cliente que es quien nos confiere la autoridad para facilitar el proceso de aprendizaje, aplicar la escucha efectiva, comunicar con eficacia, hacer preguntas poderosas (indagar, indagar, indagar…), desafiar juicios y creencias limitantes y gestionar el progreso y la responsabilidad.

¿Cuáles son las áreas en las que observas que los coaches en general necesitamos aprender más, profundizar o especializarnos?

Creo que los coaches necesitamos profundizar en la coherencia y en la práctica del coaching. Muchos coaches dejan de practicar y de perfeccionarse en las competencias básicas. Un aspecto importante es saber hacer preguntas poderosas que permitan el cambio de observador, abriendo nuevos mundos de posibilidades. Además, es fundamental desarrollar la capacidad de tener una comunicación directa, clara y efectiva, y la habilidad de escuchar.

¿De qué depende, en tu opinión, la vigencia del coaching?

El coaching se mantiene vivo en el mercado por los resultados extraordinarios que se generan: optimizar el rendimiento de las personas y de las organizaciones, mejorar la calidad de vida, potenciar la toma de decisiones, clarificar objetivos y estrategias, gestionar el cambio, recuperar recursos y crear un futuro de nuevas posibilidades.

CLo que quieras agregar…

El trabajo del coach es despertar el alma del cliente. Para eso es necesario trabajar primero con nosotros mismos. A partir de la conexión con el propósito de nuestra vida, ya no trabajamos solamente para el logro de objetivos profesionales o laborales, sino que lo hacemos para satisfacer ese sentido más profundo que tiene nuestra existencia.

Lidia, estoy muy agradecida por tu tiempo y espacio para conversar, por tu apertura generosa para compartir estas palabras, de la cual afortunadamente he sido testigo más de una vez. ¡Gracias!

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