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NOTA DE PRENSA

El DESAFIO DE COMUNICAR

El hombre tiene 62 años, mirada clara y una barba tupida, canosa e imperfecta. Al revés de todos los hombres eligió llevar el apellido de su mujer después de casado. Se llama Steve Andreas, es químico y psicólogo, y llegó a Buenos Aires desde Colorado, Estados Unidos - donde vive alejado del mundanal ruido, en una casa de campo – para dar seminarios sobre Programación Neurolingüística (PNL).

Nacida de las investigaciones de Richard Bandler (matemático, psicólogo gestáltico y experto en informática) y John Grinder (lingüista), la PNL es una línea de la psicología centrada en el estudio de la comunicación humana tanto verbal como no verbal. La idea central es que al comprender cómo nos comunicamos y otros nos comunican, podemos conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás. Eso permite cambiar modelos de comportamiento y pensamiento y reprogramarnos bajo consignas que permitan una vida mejor. La PNL- explica Steve Andreas- considera que cada persona responde a un mapa mental, formado a partir de sus propios filtros: los cinco sentidos y también la educación, la cultura, las vivencias. Percibimos el mundo a partir de ese mapa, pero ese mapa no es el mundo real. Es más fácil cambiar nuestros mapas que intentar cambiar el mundo. Además, para mejorar la comunicación, la tarea es descubrir el mapa del otro, de ese modo, diseñaremos mensajes que puedan ser mejor comprendidos”.
Para la PNL la mayoría de las personas hemos desarrollado algún sentido más que los otros. Así, podemos ser visuales, auditivos, táctiles, gustativos u olfativos. Si se encuentran una persona auditiva y otra visual, tal vez la comunicación no sea sencilla. El visual requerirá ser mirado a los ojos mientras habla, pero el auditivo alcanzará su mejor concentración mirando para abajo, seguramente con la cabeza gacha. Conocer el patrón o modelo de comportamiento del otro evitará, en este caso, un juicio o discusión inútil.

Intenciones positivas.

La PNL también se guía por los movimientos inconscientes de los ojos. La mayoría de nosotros mira hacia la derecha cuando piensa en el futuro y hacia la izquierda cuando se trata del pasado. Si los ojos observan hacia arriba se evoca o se crea una imagen; si permanecen en la línea media se evoca o imagina una voz y si miran para abajo, un sentimiento.

Son comportamientos externos- aclara Steve Andreas- que junto con la postura corporal y los gestos pueden enseñar cómo siente o piensa una persona, cuál es su mapa del mundo.
La PNL se muestra como una herramienta útil a la hora de resolver conflictos de pareja, relaciones difíciles entre padres e hijos, fobias, algunas enfermedades psicosomáticas e incluso el rendimiento de deportistas de alta competencia. Pero además se la utiliza en el mundo de los negocios.
“Es cierto que en malas manos puede convertirse en un recurso de manipulación, pero eso ocurre con todas las herramientas: un cuchillo pude servir para quitar un tumor y salvar una vida, pero también puede matar.

Para Andreas, la PNL permite, entre otras cosas, hallar las intenciones positivas que subyacen bajo todo comportamiento, incluso aquellos que aparentan ser muy negativos. En la tarea de encontrar sentidos positivos, la persona advierte que en todo momento de la realidad tiene varias alternativas posibles y toma su mejor opción, porque estamos capacitados para utilizar del modo más eficaz posible nuestros recursos.

“Muchos viven torturados por voces internas, seguramente recuerdos de la infancia, voces que critican o que distraen. Un recurso es alejar esas voces, ignorarla. Otro es descubrir cuál es su intención; probablemente esa voz quiere que mejoremos o desea protegernos, pero nos habla de una manera dañina. La PNL nos permite tomar esas voces internas que escuchamos desde chicos y enseñarles mejores cosas que decir”.

Gabriela Navarra
Diario Clarín
Suplemento Salud
9 de diciembre de 1998

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